En cierto modo, sí que echo de menos aquellos momentos de Stéphane Rolland que nos ofrecía Paz Vega cuando llegaba a Cannes (también es cierto que echo de menos al Stéphane Rolland de aquella época), pero esta línea más sobria y discreta le sienta fenomenal, porque de hecho, este Armani Privé es su mejor look en muchísimo tiempo.
Se trata de una silueta clásica, como es habitual en Armani, con unas proporciones muy inteligentemente marcadas por unos hombros reforzados y unos bolsillos en las caderas, que dibujaban una silueta muy femenina decorada por un mosaico de pequeños colores que lo convertían en una pequeña obra de arte.
Las joyas fueron discretas, lo justo para complementar el look, porque el vestido ya era lo suficientemente exuberante. No pedía más que la pulsera que Paz escogió.
Una agradable naturalidad terminaba el look de manera impecable.
Imágenes: Zimbio
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