El Museo Metropolitano de Nueva York inauguró ayer la exposición "Rei Kawakubo/ Comme Des Garçons: Art of the In-Between" con la ya icónica Gala del Met, a cuyas invitadas este año se pedían looks avant-garde. Se buscaba un estilo que reflejara la conceptualidad del diseño de la creadora japonesa homenajeada (la segunda diseñadora viva en recibir una exposición en solitario después de Yves Saint Laurent en 1983), pero muy pocas optaron por reflejarlo. Algunas lo hicieron y les salió bien, otras lo hicieron y el resultado no mereció la pena, y otras muchas (demasiadas) decidieron pasar olímpicamente del tema. Por falta de tiempo no repasaremos todos los looks sino simplemente mis favoritos, y nuestra primera invitada es una de las que ignoró el tema pero hizo que por lo menos mereciera la pena:
Si bien es cierto que el look de Blake Lively está en un universo completamente diferente al de Rei Kawakubo, lo cual hace que su presencia resulta incluso chirriante, este vestido de Atelier Versace tiene una espectacularidad que resulta casi hipnótica. A medio camino entre Kim Kardashian y Studio 54, el vestido de Lively se adaptaba a la fórmula que la actriz parece haber adoptado a la hora de acudir a la alfombra roja del Met (exuberante sensualidad acompañada de un elemento de espectacularidad, siguiendo el ejemplo de 2013 y 2014) y demuestra que no, no es una fórmula que se haya agotado todavía.
Construido a través de finas cadenas doradas, el vestido esculpe su cuerpo a la más absoluta y escultural perfección (un clásico en Versace), desembocando en una impresionante cola de plumas doradas y azul neón. El contraste que se crea, tanto de texturas como de colores, genera una imagen inesperada pero llena de fuerza y de una opulenta frescura que nos ofrece una faceta del estilo de la actriz que parece estar llena de una madurez que no había alcanzado antes.
Es sexy, es ostentoso y es Versace. Son unos elementos que ya hemos incontables veces no solo en la alfombra roja sino también sobre la propia actriz. Hasta la elección de joyas de Lorraine Schwartz resulta una combinación muy clásica en su estilo. Pero por primera vez, Lively consigue pasar de representar a una chica Versace (en detrimento de no poder ser una chica Gucci Prémiere) a una mujer Versace. Y eso siempre resulta interesante de ver.
No, no había Kawakubo, pero había Blake Lively y ella ha demostrado que eso es suficiente.
Imágenes: Zimbio
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