jueves, 4 de mayo de 2017

Met Gala 2017: Katy Perry de Maison Margiela Artisanal


Con Katy Perry llegamos a las dos mejores de la gala, pero el número uno es un puesto intercambiable entre ellas porque lo que crearon con sus looks en la noche del Met probablemente pasará a la historia de estas escaleras. Ellas borraron la barrera entre arte y moda en el lugar donde había que hacerlo, en la noche en la que había que hacerlo. No les importó que la gente no entendiera sus looks. Ellas entendieron el Met. Y la primera no es otra que Katy Perry en un absolutamente increíble Maison Margiela Artisanal diseñado por John Galliano.


Tengo la impresión de que ante imágenes tan imponentes como esta las palabras poco tienen que aportar, pero es que Katy Perry ha creado un momento mágico que solo es concebible en una noche como esta. Para ello ha tomado el mayor riesgo estilístico de su trayectoria en la alfombra roja, pero también ha conseguido alcanzar su mejor momento dentro de ella. 

Cuando anunciaron a Katy Perry como una de las anfitrionas del evento, di por hecho que luciría una de las creaciones de Rei Kawakubo, pero horas antes de la gala se confirmó que luciría una creación de Maison Margiela, con lo que las expectativas estaban considerablemente altas. Y aún así, ella las rebasó todas.



























Esta deconstrucción de un abrigo que solo un genio como Galliano podría haber diseñado supone un maravilloso homenaje de un legendario diseñador a otro, mostrando la compresión del conceptualismo que encierran los diseños de Kawakubo. Durante toda su trayectoria, la diseñadora japonesa ha cuestionado los límites de la belleza, de la relación de la mujer con la ropa y de aquello que puede considerarse moda como arte y moda como algo que realmente puedes llevar, y eso está perfectamente condensado aquí. El diseño es complejo, tanto a nivel sartorial como a nivel de aquello que quiere representar, y es un mérito que solo ella alcanzó en una noche en la que todo el mundo tenía que haber aspirado a alcanzar esto.





Como dato curioso (a mi me ha resultado fascinante), el tocado de su cabeza es una combinación de dos piezas de la vestimenta tradicional de dos islas diferentes de la provincia de Zelanda, en los Países Bajos, una protestante y una católica. Los espejos son de la isla de Zuid-Beveland, mientras que las espirales y las piezas que cuelgan de ella pertenecen a la isla de Walcheren.

La tradición como forma de alcanzar lo avant-garde, una manera de reflejar que sin ella no se alcanza el futuro o de que una mirada al futuro siempre es en realidad una mirada al pasado. Galliano consigue desarrollar un plano intelectual sobre todo lo que diseña, y sin llegar a entenderlo, yo solo puedo caer rendido a sus pies.



Y por supuesto, tampoco podemos olvidar la increíble belleza del diseño. Una hipnótica amalgama de texturas sobre un fondo rojo de una riqueza espectacular. Una obra de arte digna de encontrarse en este museo, algo que probablemente ocurra en una posible futura retrospectiva a Galliano.

Puede que para muchos sea demasiado confuso o simplemente demasiado, pero no creo que haya que entender el look de Katy. Esa es la magia de Rei Kawakubo, y Galliano ha sabido plasmarla a la perfección.


Imágenes: Zimbio y Vogue.com

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