Parece ser que Elizabeth Banks se ha tomado como algo personal su papel como jurado en el Festival, porque es la tercera noche, y es la tercera vez consecutiva que Elizabeth aparece en la alfombra roja, y la tercera en la que, además, lo hace de manera espectacular.
En esta ocasión la actriz apostó por el dramatismo de un espectacular ball-gown de la colección Resort 2016 en el que vemos como la inspiración floral vuelve a hacer aparición en el estilo de la actriz tras su Elie Saab de ayer, y si con el Saab destacaba por su frescura, aquí tenemos una sensación parecida porque los bordados actualizan una silueta tan clásica como esta aportando un toque hasta divertido.
Puede que de poner un pero, diría que al final tenemos la sensación de que el vestido es muy pesado (y más con la ligereza de su anterior Saab) pero me encanta la versatilidad que está mostrando y como de manera más sutil, está aportando el color que caracteriza sus elecciones en la alfombra roja, esta vez a través de los preciosos estampados.
Una vez más, demostró su buen ojo a la hora de combinar un vestido, apostando por unas joyas en verde que no son menos espectaculares que el vestido, en especial los impresionantes pendientes. Su look de belleza es una vez más el epítome de la perfección, con una mirada marcada y un severo recogido que le aporta una gran sofisticación.
No sé si la veremos mañana, pero si lo hacemos, me encantará ver cual será su siguiente movimiento.
Y es pocas ideas mejores que fichar a Elizabeth Bank ha tenido la Biennale.
Imágenes: Zimbio y Vogue
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